Las cosas que no dije
- Francisco Lopez Fudalej
- 22 dic 2016
- 5 Min. de lectura

De niño, mi familia y yo vivíamos en el campo. No nos faltaba nada, pero tampoco nos sobraba. En casa trabajábamos mucho. A mi me gustaba ir al lago, me sentía parte de él. Estaba enamorado. Muchas veces me sorprendieron tratando de escaparme por las noches, con un palo y una bolsa en el hombro con algunos juguetes, dejando sobre la cama una nota que decía: Me mudo al lago. Los quiero. Nunca tuve éxito, aunque no hubiesen demorado mucho en encontrarme. El lago quedaba a menos de cien metros de casa. Pero yo tenia mis buenos escondites. Un día, unos señores musculosos descargaban muebles de sus camiones. La casa del lado estaba en venta, y una familia se hizo propietaria de la misma. A partir de ese día, nada volvió a ser lo mismo. Yo tenia creo que diez años. Ese día ella se bajó de el auto con su familia, nos saludaron cordialmente, se presentaron y entraron rápidamente a su nueva casa. Yo me quede pensando en aquella niña toda la noche. No era linda y ni siquiera había hablando con ella, no podía entender el motivo de tanto pensamiento. Diez años después, entiendo todo... Me acuerdo de memoria nuestro primer diálogo, fue a la mañana siguiente. -Hola, me llamo Felipe. -Mi mama, no me deja hablar con desconocidos. -Tu mama te deja ser feliz? -Supongo que si -Vení conmigo, te quiero mostrar algo. Supongo que ya saben donde la llevé, por supuesto que al lago. Le mostré todos mis lugares preferidos, eran mi secreto sagrado. Le dije que estaba enamorado de ese lugar, pero ella no decía nada. Ese día no habló con desconocidos, pero creo que fue inmensamente feliz. Y así fue pasando el tiempo, todos los días estábamos juntos. Jugábamos a orillas del lago, nos contábamos secretos, hablábamos de cualquier cosa. Nos reíamos mucho, y eramos muy felices. Yo me iba a dormir todas las noches pensando en ella, pero no sabia por que. Cada vez mas, la relación seguía avanzando. Creo que recién al tercer año de conocerla, me di cuenta que eso que sentía cuando me iba a dormir, eso que sentía cuando la miraba, era amor. Era muy chico, pero les juro que estaba enamorado. Era algo puro, sincero, de corazón. Sentía cosas parecidas con el lago. Dos personas nos encontramos, dos mundos completamente distintos nos encontramos. No teníamos mucho pasado, pero si un futuro eterno. O eso creía. Pero nunca pude decirle "te amo", nunca pude expresar ese hermoso sentimiento, nunca pude dar ese paso inicial. Me arrepiento muchísimo, estoy seguro que si habría actuado de esa forma, hoy no estaría en este lugar ahogado en lágrimas. Cada vez que la veía, sus ojos me miraban como esperando algo de mi. Todos los días me iba a dormir pensando que la había decepcionado. Sus ojos estaban todo el día reflejando un hermoso brillo, ni que hablar cuando se reflejaban con el lago. Pero al final del día, habían perdido todo el brillo, su cara se transformaba. Estuvo todos los días durante cinco años, esperando que le expresara mi amor. Una tarde cuando nos saludamos fue increíble como se noto la decepción en sus ojos. Se fue llorando, pero me dijo que era porque su padre no estaba bien de salud. Yo sentía que debía decirle todo lo que me pasaba, ya no soportaba verle la cara de decepción todos los días. Al día siguiente ella cumplía quince años, ya habían pasado cinco años desde que nos conocimos, y dos de que me había dado cuenta que estaba enamorado. Ella siempre me hablaba de esa fecha como algo especial. Por ese motivo decidí escribirle una carta, que decía así: "FELIZ CUMPLEAÑOS! Pero para que sea un feliz cumpleaños, creo que es necesario decirte que te amo. Me enamoré de vos en todo sentido, como me enamoré del lago. Todas las noches me duermo pensando en vos, pensando en como hacerte reír al día siguiente. Perdón por todas las tardes que esperaste algo de mi, y no me animaba a hablar, odiaba ver tu cara de decepción, pero no puedo esperar a ver tu cara cuando leas esto. También te quiero pedir perdón por demorar tanto en expresar lo que siento, pero te prometo que lo vamos a recuperar, segundo a segundo por el resto de nuestras vidas. Te amo. Felipe" Si señores, con quince años escribí esa carta de amor. Que nunca pudo ser leída. Esa noche me acosté muy tarde, estuve hasta tarde tratando de escribir esa carta. Al día siguiente me desperté alrededor del mediodía. Les juro, que esa mañana los pájaros no cantaron, por primera vez desde que tengo memoria. Fui corriendo a saludarla por su cumpleaños, pero un policía me negó la entrada a su casa ................................. "Hoy cumplo quince años, fecha tan especial para mi. A ustedes, mis padres solo tengo palabras de agradecimiento. Perdón por abandonarlos. Quiero contarles que estoy enamorada de un chico que no me ama. Estoy enferma, obsesionada. Conozco todo de ese chico, esta enamorado del lago. Es Felipe. Me siento muy lejos de él, siento que nunca me miró como yo lo miro a él. Con AMOR. Hoy cuando despierten, voy a estar del otro lado. Pero si Felipe esta enamorado del lago, yo quiero ser parte de él. Los amo! Su querida hija." ......................... Con esa carta amanecieron los padres de ella. Quiero decirles que a lo largo del relato quise dar su verdadero nombre, pero cada vez que lo iba a escribir, me temblaba el pulso y me era imposible poder traducirlo a la hoja. En conclusión, ella esperó cinco años una declaración de amor de mi parte, que nunca le pude dar, pero que si sentía. No me quisieron decir el motivo de su partida. Pero al tiempo me entere que esa parte de la carta, en la que ella decía: "Pero si Felipe esta enamorado del lago, yo quiero ser parte de él." Era literal. Esa mañana de su cumpleaños, fecha de la que había hablando toda su vida, partió hacia el lago con el vestido que sus padres le habían regalado para su fiesta. Se hizo nudos, que sostenían grandes y pesadas bolas de plomo que encontró en su casa. Ya con todo el peso que tenia en sus piernas, se acerco a la orilla, y se tiró. El lugar que eligió fue mi favorito, el lugar que le había enseñado el primer día que la vi, donde fue feliz sin hablar con desconocidos. Y es el mismo lugar donde estoy parado ahora, donde vengo todos los años. Escribo la carta nuevamente de memoria, y la tiro al lago. Tengo las palabras que nunca le pude decir atragantadas, me siento culpable por todo. Sientan y actúen Amen y expresen Dejen que sus impulsos los guíen, crean en sus emociones. Nunca tengan miedo a expresarse, nunca tengan miedo a enamorarse y menos a decirlo. Suena tonto decir "estoy enamorado", pero si no están dispuestos a quedar como tontos, no merecen estar enamorados. A mi, hoy en este lugar, que me llena de recuerdos lindos, y a la vez tristes. A mi, en este lugar donde viví los mejores y los peores momentos de mi vida , hoy me quedan dos opciones. La primera, es seguir los pasos de ella. Estuvo esperando cinco años para que la ame, y hoy se cumplen cinco años de ese día tan horrible. Es una opción el llenarme los pies de plomo y terminar en el fondo del lago. La segunda, es reconstruir mi vida, tomando mis propios consejos, sintiendo y actuando paralelamente, amando y expresando al mismo tiempo. Conocer gente nueva, y aprender de los errores. Les dejo a su criterio la opción elegida, pero nunca se atraganten con sus propias palabras, a lo mejor no terminan en el fondo de un lago, pero nunca van a ser felices.
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